Visto que jugar con el pañuelo la gustaba mucho, seguimos probando sus habilidades, porque igual que ella no nos conocía a nosotros, yo nunca había tenido un gato y no sabía hasta donde llegaría su inteligencia y sus trastadas.
Enseguida descubrimos que la encantaba jugar también con nosotros, sin necesidad de juguetes, símplemente atacando nuestra mano y queríendola coger y morder.
En un principio esto era muy divertido para nosotros como se puede ver en el video, y pensábamos que mordía porque le estaban saliendo aún los dientes.
Pero según pasaban los meses y no dejaba de morder, aprendimos que los perros no son los únicos animales que muerden, aunque claro por muy afilados que tenga un gato los dientes no te llega a hacer daño, salvo que tú tires y te arañe la piel. Pero para los casos en los que un gato te muerda y te esté haciendo daño, la veterinaria nos dijo que el truco está en meterle el labio hacia dentro, de esta manera si siguiera mordiendo se haría daño a él mismo y deja de morderte (no se yo si esto funcionaría con un tigre o un león, pero por suerte si funciona con los gatitos trastos con relativa fuerza en la mandíbula).
Espero que disfruteis el video:
domingo, 7 de enero de 2007
Adaptación y aprendizaje (II)
Publicado por
Nur
en
4:30 p. m.
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1 comentario:
Ohhh... pero qué gato tan bonito!
Es un bicho malo, ¿verdad? Al menos es pequeña y no hará daño cuando muerda... :D
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