Siempre había deseado tener una mascota que no tuviera que estar en una jaula, una pecera, ni una caja, pero hasta hace algo más de 3 años ese sueño no se hizo realidad...
Por casualidades de la vida, un día fuimos a casa de unos amigos y nos enseñaron a una preciosa gatita negra de poco más de 1 mes, y tanto nos gustó que días después fuimos a adoptar a una de sus hermanitas.
Según nos la enseñaron nos pareció la gata más bonita del mundo, con unos enormes e inquietos ojos verdes que auguraban lo despierta y lista que iba a demostrar ser.
El viaje a casa se la hizo eterno porque éramos desconocidos para ella y echaba de menos a su mamá, pero enseguida su curiosidad la hizo sentirse como en casa y deseosa de aprender cada ruido, cada olor, cada rincón de su nuevo hogar.
lunes, 25 de diciembre de 2006
Un lindo gatito...
Publicado por
Nur
en
9:30 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario